jueves, 4 de agosto de 2011

Nuestros líderes nos han fallado.



Yo soy una persona a la que le encanta la historia de México, me fascina leer acerca de las dudas, miedos, sueños, debilidades y fortalezas de los personajes que han marcado el rumbo de este país, para mi tristeza me he dado cuenta que, la mayoría de nuestros lideres en momentos cruciales nos han fallado, han sucumbido a sus propias ambiciones, fobias, supersticiones y no han sabido anteponer los intereses de la nación antes de sus propios intereses, desperdiciando oportunidades únicas para el país, repasemos un poco la historia:
En 1521 el emperador azteca Moctezuma tuvo la oportunidad de rematar a los españoles dándole la victoria al imperio mexica, sin embargo victima de sus supersticiones y miedos (creía que los invasores en realidad eran dioses) es derrotado por un ejército que apenas rebasaba la centena, condenando a su pueblo a poco mas de 300 años de esclavitud.
Llegamos a 1810 Hidalgo y Allende lideran el movimiento insurgente a la corona Española, después de ganar la batalla del monte de las cruces, estuvieron a un paso de tomar la ciudad de México y proclamar la independencia de México, pero ambos presas de sus ambiciones entran en desacuerdo y no logran anteponer sus intereses en favor de una estrategia ganadora, huyen y se separan, al siguiente año el  movimiento es desmantelado y ambos ejecutados.   
1821, Agustín de Iturbide sella la alianza con Vicente Guerrero consumando así la independencia, magnifica oportunidad para empezar de nuevo como nación democrática y libre, Iturbide no resiste la tentación y aconsejado por su amante, traiciona a los insurgentes y se proclama el primer emperador de México, tirando a la basura 11 años de lucha.
Las ambiciones de los primeros presidentes desembocan en un periodo de guerras civiles que mantuvieron al país inestable política y económicamente, hasta la llegada al poder de Porfirio Diaz en 1877, quien se eterniza en el poder y manda al país a un atraso democrático.
Pero en 1910 Francisco I. Madero logra a punta de fuego y sangre sacar a Don Porfirio del poder, una vez más la  historia le da la oportunidad a otro líder, Madero no se atreve a desmantelar el aparato porfirista (no se sabe si por miedo, comodidad o incapacidad) y este termina por asesinarlo, avivando la llama del enfrentamiento y sumiendo al país otra vez en una lucha civil.
En 1921 termina la revolución y se instaura el régimen priista, los líderes emanados de la revolución se muestran tan ambiciosos como los del siglo XIX, ninguno se sacrifica por su país y continúan desperdiciando las oportunidades , sin embargo uno que tuvo quizá la mejor oportunidad de todos fue Jose Lopez Portillo, ya que entre los años 1978 y 1981, México tenia excedentes de petróleo calculados en !más de cien mil millones de dolares! y ¿que hizo?, sus ambiciones lo llevaron a despilfarrarlo todo dejando las reservas en 0 en vez de invertirlo en la construcción de una nación moderna, empezando así la serie de devaluaciones del peso y crisis económicas de la cual ya no nos recuperamos.
Entrando el nuevo milenio, los vientos de cambio ondean en nuestro país, por fin después de 70 años en el poder el partido hegemónico pierde el poder ante el candidato opositor Vicente Fox, el bono democrático con el que llego y la popularidad que gozaba le daban la gran oportunidad de desmantelar el sistema y cimentar uno nuevo para las próximas generaciones, pero oh desgracia del destino, no se sabe si fue por sus miedos o incapacidad (deja vu con Francisco I. Madero), prefiere negociar con el viejo aparato desperdiciando así 10 años más y dejando a México en el mismo atraso y desigual que hace 300 años.
Me gusta mucho la historia por que sencillamente quien no la estudia esta condenado a repetirla, por eso cuando escucho todos los días llamados a que nuestros lideres en el congreso y en los gobiernos dejen sus intereses en este momento crucial de la historia y miren por el bien del país, lamento pensar que la historia no les ayuda, y pues así....

         




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